sábado, 31 de diciembre de 2016

2.400 años de Aristóteles

Mucha gente se preguntará por qué, después de más de dos milenios, seguimos acordándonos de Aristóteles. Algunos pensarán que son necedades de los profesores o pedanterías de los filósofos. Lo cierto es que, después de 2.400 años, el mundo entero celebra el nacimiento de un hombre sin el cual nuestra forma de ver el mundo fuera hoy muy diferente.

Aristóteles nació en el 384 a.C. en Estagira, un pequeño pueblo en la península de Calcídica al norte de Grecia, a poco más de una hora de Tesalónica. En aquellos tiempos Estagira formaba parte del reino de Macedonia. Nicómaco, su padre, era el médico personal del rey Amintas, padre de Filipo ii y abuelo de Alejandro Magno. A veces pienso que los historiadores no han reparado suficientemente en esta circunstancia. Nicómaco murió cuando Aristóteles tenía 17 años, entonces fue enviado a Atenas para que estudiara en la célebre academia de Platón, donde permaneció durante 20 años. A la muerte de Platón, Aristóteles pasó una larga temporada en las ciudades de Atarneo y Asos, en el Egeo, y en la isla de Lesbos. En el año 343 a.C. Filipo ii lo llamó para que se ocupara de la educación de Alejandro, que contaba 13 años. Aristóteles permaneció con el príncipe durante al menos dos.

En 335 a.C. Aristóteles decide volver a Atenas y fundar su propia escuela, el Liceo, llamado así porque quedaba cerca del templo de Apolo Licio (que significa algo así como Apolo “protector de los lobos”). Allí, en medio de un bosque de pinos por el que merodeaban lobos salvajes y pasaba la corriente fresca del Iliso, quedaba un gimnasio donde los jóvenes iban a ejercitarse. Aristóteles compró el predio e hizo construir amplias estancias que alojaran salas de estudio y una espléndida biblioteca, e hizo sembrar un jardín botánico para el estudio de las plantas. A diferencia de la academia de Platón, el Liceo no cobraba a sus estudiantes, con lo que se diría que Aristóteles, entre otras cosas, fue el creador de la primera universidad gratuita. Ya otras veces hemos hablado del Liceo. Baste decir que en ese lugar, que aún se conserva en el centro de Atenas, Aristóteles escribió lo más importante de su obra científica y filosófica, mientras realizaba experimentos, dictaba conferencias y enseñaba conversando con sus discípulos en largos paseos por el bosque.

Para entender los alcances del pensamiento de Aristóteles hay que ponerlo en perspectiva con las doctrinas de sus antecesores, Sócrates y Platón. Sócrates había sido el primero en decir que los hombres podemos alcanzar la felicidad con la sola ayuda de la razón. Platón hizo suya la máxima y procuró aplicar la razón a los problemas humanos. Pero fue Aristóteles quien comprendió que la única forma de resolver esos problemas es aplicando la razón al mundo que nos rodea. Al fin y al cabo su padre había sido médico, y sabía bien que de nada sirve la razón si no la aplicamos para resolver los problemas y aliviar el sufrimiento humano. Esa es la esencia de la revolución aristotélica: aplicar la razón al mundo de lo concreto. Como inventor de la lógica fue el primero en organizar las leyes que rigen el pensamiento. Como fundador de la física supo aplicar estas leyes al mundo material. Como creador de las ciencias naturales desarrolló un método para comprender el misterio de la vida, la reproducción y muerte de las plantas y los animales. Como descubridor de la psicología nos enseñó que el conocimiento y control de nuestra mente está en nuestras manos y no en el capricho de los dioses. Como fundador de la ética supo que el fin de toda norma no debe ser otro que la felicidad. Como creador de la política comprendió que la ciudad es un hecho natural, y que su funcionamiento depende de condiciones económicas y geográficas y de la conducta de los ciudadanos, y no de las bondades de un proyecto utópico. Como estudioso de la retórica supo desentrañar los secretos de la comunicación y los poderes de la palabra. Como fundador de la teoría literaria fue el primero en explicarnos las técnicas de la belleza y las mañas del goce estético.

En 323 a.C. murió Alejandro y Aristóteles temió que en Atenas se desatara una persecución contra los macedonios. Entonces marchó a Calcis, en la cercana isla de Eubea, donde murió de viejo al año siguiente. Pero la historia no termina ahí. El Liceo continuó abierto por un buen tiempo y la obra de Aristóteles fue estudiada y celosamente cultivada en la Roma de Cicerón y Livio Andrónico, pero también en la Europa medieval de Tomás de Aquino y en el mundo árabe de Averroes. También en las primeras universidades de la América colonial, en México, Bogotá y Lima, pero también en la vieja Universidad de Santa Rosa de Caracas y en el Colegio de San Francisco Javier de Mérida. Dicen que de unos 170 tratados que escribió solo se conservaron 30, pero estos fueron suficientes para sentar las bases de toda la ciencia y el pensamiento moderno. Ese es el hombre al que hoy seguimos leyendo y estudiando, y al que 2.400 años después el mundo recuerda y celebra.

@MarianoNava



jueves, 29 de diciembre de 2016

Subliminal

La razón me dice “¿Pero qué estás haciendo?, ¿Ten un poco de cordura?".
Y yo, desobedeciendo, no pongo el punto y final necesario, me hago la sorda ante esa voz que me advierte de los peligros emocionales donde puedo quedar atrapada y sin salida. 
Me dejo llevar por el volcán emocional que se adueña de mi capacidad de pensar. 
Pongo un punto y coma para seguir y, luego viene lo único que está asegurado, el sufrimiento y la angustia donde quedo atrapada, y de la que me cuesta salir, por no hacer caso a la razón, que es esa voz interior, que me avisó del peligro...Me disculpo a mi misma y me digo: "Soy humana, no soy un robot programado".

sábado, 17 de diciembre de 2016

Mi alma tiene prisa- Mario Andrade.

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a manipuladores y oportunistas.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchos dulces en el paquete...
Quiero vivir al lado de la gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de ahora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Si...tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan...
Estoy segura que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.
Lealtad con uno mismo
Mario de Andarde

sábado, 12 de noviembre de 2016

Vivencias

Resultado de imagen para san antonio de maturin paisajeDejar mi pueblo y llegar a Caracas fue una de las etapas más traumáticas de mi vida. Ahora, después de muchos años, recordando toda esa etapa de aventura que emprendí, siento que fui transportada de un universo que contenía todo, en donde no faltaba absolutamente nada, y arrojada a una realidad que poco a poco tuve que aprender a vivir. Diesiseis años es la etapa de los sueños y exponerse sola en una ciudad desconocida es siempre un riesgo. 
Había sido dueña absoluta de un espacio, y a todo un entorno de identidades, relaciones, creencias, temores, y cariños. Y este lugar irá siempre con nosotros.
Resultado de imagen para san antonio de maturin paisajeResultado de imagen para san antonio de maturin paisajeDe niña me gustaba caminar por la calle, sentir el sol que abarcaba e iluminaba todo mi pequeño universo, la calle, la panadería, la bodega, el camino a la escuela, la iglesia con su párroco, amigo y consejero. Sentía mucho placer en hacer este recorrido a diario, ir por el camino, reconociendo los rostros de las personas, las sombras de los árboles, las tiendas de los turcos,  a la izquierda, la casa de la verja blanca, la plaza,  los almendros, las personas a caballo. Mi corazón siempre se aceleraba con el sonido de campanas que era el anuncio del llamado a misa, sólo tenía que cruzar la calle para encontrarme con la imponente iglesia, en la misma calle llegaba a la escuela.

Durante mi primer año en Caracas, hacía un recorrido imaginario de largas horas a todos estos lugares y fueron auténticos viajes hacia un amor vivido. El amor que sienten todos los seres humanos hacia la tierra que los vio nacer. Yo decidía en dónde comenzar el recorrido, a dónde ir, qué lugar visitar, cuánto tiempo me quedaba contemplando todo. Era como recitar un rosario de vividos recuerdos: mi abuela, la figura de mi madre, la vegetación, la calle donde voy caminando, la casa ahora triste sin mi presencia, el cuarto vacío sin mis sueños, la cocina apagada sin lumbre y el patio donde estaba mi árbol favorito, donde siempre me refugiaba cuando sentía que algo alteraba mi tranquilidad. Sufría, sufría enormemente la dolorosa  pérdida de aquel espacio. Y ahora describiendo estos recuerdos, no puedo parar de que toda esta información emocional llegue a volcarse sobre mi con todo su rigor.
Todas estas emociones dibujan una ciudad que no existe para mí, es ese otro lado de mi realidad, pero que siento totalmente viva. Siento que alimento mi amor espacial, porque siempre soñaré, con los detalles que eran importantes para mí. Los cambios del río, las montañas verde azulado que rodeaban el pueblo,  la vecina que se esmeraba  en cuidar sus flores, el amor que aún reservo para las señora que me llamaba lunita y me regalaba cerezas. Viajaré siempre a este mágico jardín. Sé que nunca será el mismo, pero sé que la única forma que tengo de sentirlo es soñando con él.
El amor a ese espacio, es una de las emociones más fuertes y menos complicadas  que me constituyen como persona. Soy efecto y causa de ese amor, y este ha quedado en mi como parte de lo que soy, y es posible dibujar en mis recuerdos aquellos lugares, donde el espacio se aleja y mis emociones sólo alcanzan  a hacerme consciente de  lo que ya no existe.

miércoles, 5 de octubre de 2016

jueves, 8 de septiembre de 2016

Te regalo un poco de mi corazón.

Resultado de imagen para un pobre hombre abandonado a su suerte con un pedazo de pan debajo de su cabeza como almohada
Hoy es miércoles 8 de septiembre, he tenido un encuentro con la tristeza y la miseria, dos cosas que ahora son comunes en nuestra ciudad, pero esta vez también encontré: sensibilidad, ternura y poesía juntas en un anciano que se encontraba en muy mal estado de salud.
Mientras esperaba una camioneta para trasladarme a Sabana Grande, me senté en un banco en el paseo frente a la Universidad Central de Venezuela. Miré recelosa antes de sentarme, por si acaso había algún amigo de lo ajeno cerca. Noté que en el banco de al lado había un señor que parecía enfermo, ya que sus manos le temblaban constantemente y casi no podía moverse. Me distraje y no le presté mucha atención, hasta que noté que el señor con mucha dificultad, quería acostarse a todo lo largo en el banco. Tenía una bolsa con un pedazo de pan y se lo puso debajo de la cabeza como para no perderle y se quedó acurrucadito en ese lugar, como esperando a que viniese morfeo a confortarlo. Empecé a observarlo detalladamente con tristeza, de vez en cuando se sobaba un brazo y el abdomen como si sintiera dolor. Me levanté de mi asiento y le pregunté que si se sentía mal. El se sobresaltó y me miró con los ojos llenos de sorpresa y extraviados del dolor.
Me contestó que sí, que lo habían operado de la próstata y me señaló una bolsita con una manguera delgada que tenía debajo de la franela,  le habían dado de alta en el hospital, por no haber sitio para tenerlo por más tiempo. Tenía varios días deambulando por ese lugar, para poder recostarse, sin probar más alimento que un pedazo de pan. El pobre hombre temblaba, me imaginé que tenía fiebre y hambre, y en un impulso abrí mi monedero y saqué un poco de dinero y se lo dí. El me miró con extrañeza y aceptó el dinero y me dio varias veces las gracias.
Me despedí del señor con una angustia y un nudo en la garganta, como si aquella persona yo la conocía y la estaba dejando abandonada, ¿que podía comprar con tan poco dinero, si un pan ahora cuesta 600 bs?.. Me sentí tan culpable que en vez de tomar el carro que ya estaba en la parada, me alejé en busca de un sitio donde comprar algún alimento para él.
Encontré una cafetería y pedí medio litro de jugo y unos panes dulces y me dirigí nuevamente donde estaba el pobre enfermo.  Esta vez estaba dormido, le toqué suavemente el brazo para no sobresaltarlo y le hable muy quedo: "Viejito, estoy de nuevo aquí para traerte un poco de jugo, para que te sientas mejor, levántate y tómalo. El anciano me miró con sorpresa y su cara que en unos instantes estaba llena de dolor, se iluminó, sus ojitos parecían dos luceros que me ofrecían su luz, el me estaba regalando una adorable sonrisa y unas palabras inusitadas en un ser en esas condiciones: "Será que estoy muerto...y ha venido un ángel a reconfortarme, porque estoy seguro que en la tierra no hay ángeles". Se me hizo un nudo en la garganta y sentí una gran ternura por este ser que por casualidad se me había presentado. Acaricié su rostro marchito y sucio y le pregunté su nombre, "Me llamo Raúl y le pido desde este momento al universo por usted, que todo le vaya bien de ahora en adelante y que el universo la provea de una inmensa materia gris para que pueda enfrentar con inteligencia todo lo que se le presente en el camino". ¡Gracias infinitas por su bondad!
Me despedí de aquel ser que aun en la mala situación que se encontraba, tenía frases y sonrisa para regalar. Sin duda este es un encuentro que la vida me ofrece.
¿Cómo podemos ser indiferentes con la tristeza de los demás?. Si todos pusiéramos un poquito de afecto y comprensión...¡Seguro que el mundo sería diferente!.
Te buscaré mañana nuevamente, aunque no se si tendré la suerte de encontrarte.
Quisiera mitigar tu miseria por un poco de tu corazón reflejado en tu sonrisa. 

viernes, 2 de septiembre de 2016

Recuerdos

        
    Resultado de imagen para En una ramita verde un pajarito cantó un versito que decía...pero ya se me olvidó

"En una ramita verde un pajarito cantó 
un versito que decía...pero ya se me olvidó".

Son recuerdos que se encontraban en un
rinconcito olvidado de mi mente.
Cuando los matices verde azulados 
no tenían límites para mirar.
Los pajaritos cantaban en mi ventana, 
para que despertara. 
Y una enorme luna de plata, al ponerse 
el sol, me acompañaba a soñar.
Buscando, y buscando, encontré: cariño,
amor, afecto y esperanza. 
No sé cuando había comenzado a olvidar
aquellos bellos recuerdos de mi infancia.

"En una ramita verde un pajarito cantó, 
un versito que decía...pero ya se me olvidó".

sábado, 20 de agosto de 2016

El anuncio de tu llegada


Unas veces permanezco dormida entre las doradas espigas de trigo, o caminando sin descanso, abriendo camino. Atormentando mi cuerpo hasta sangrar, por los continuos rasguños de las espigas que se pegan a mi cuerpo, y enredan mi cabello como garfios. Mi alma no tiene reposo, mi boca seca  y sedienta, y mi marcada gravidez, hacen más difícil mi andar entre este mar de oro, con sus olas en vaivén cada vez que son mecidas por el viento. Se extravía mi mirada, a veces permanezco  acurrucada  sin saber qué tiempo  ha transcurrido desde que  estoy ahí. Ya no me importa sino alejarme con la remota esperanza de llegar a algún lugar. Mi vestido hecho jirones ya no cubre mi adolorido cuerpo, En cuanto a mí, solo puedo contar con que “él o ella” , la preciosa carga que palpita dentro de mí, no sea afectada por los pensamientos lúgubres que me embargan y esto a su vez , hace que me vuelva consciente de saber que yo también existo, no como obra de ficción, sino como un ser humano.
Con esta existencia real, debo perseverar para llegar hasta el final de este interminable laberinto donde no sé porque razón he permanecido por meses, luchando, para encontrar una salida hacia el otro lado, donde estoy segura  de encontrar la libertad, y dejar atrás  esta agrandada marejada de miedo,  que hace que algunas veces crea que estoy muerta y  otras como hoy, crea que estoy viva, porque siento los latidos de un pequeño corazón, haciendo eco en mis entrañas.  No me importa si es de noche, Sólo sé que estoy llena de silencios, de sombras alargadas que me rozan  y de esta soledad que sigilosa me persigue, hasta saberme rendida. Siento  los rayos del sol inclementes sobre mi piel y  en mi mente calenturienta,  sólo espero un milagro: ¡poder llegar al otro lado!, sin que me atrapen los que me mantienen prisionera, bajo las sombras de las doradas espigas de trigo, que se están alimentando de  mis dudas.  En un instante siento que soy parte  del universo infinito, me conecto con él, y me inclino un momento, para pedir su protección, como solía hacer de chica bajo la sombra de un árbol, donde me refujiaba. ¡Hazte eco de mi gran melancolía, de mis lagunas de silencios, de ese monstruo de tristeza que por vivir dentro de mi, ha crecido tanto, que se ha enrollado como una serpiente en mi interior.  Ahora necesito mi cuerpo sólido y libre, porque traigo un  milagro de vida que tiene que vivir, tiene que iniciar un destino diferente al mío y cerrar la página oscura de mi pequeña existencia.
Al instante visualizo un camino distinto, una ancha vía donde transíto libre, con un niño en brazos, que ha salido sin dolor, como milagro de mi vientre. Toda mi vida se imprimió en la suya, como raíces de una raza nueva, y atrás quedó todo el terror. Cuando abrí los ojos, te encontré en mis brazos, alcé los ojos al cielo y la luna de plata estaba allí alumbrando tu carita morena. Se alejó la soledad que en sus redes mantenía prisionera mi alma. Sólo quiero mirarme en tus ojitos de estrellas..¡mírame!  te voy a dormir dulcemente en mi regazo. ¡Buenas noches mi pedacito de luna, el más bello de mis sueños, hecho realidad en mis brazos!.
Todo lo pasado en el campo de trigo era un presagio de magia y amor en grandes cantidades. Ahora escucho de este otro lado,  el bosque verde, con su cortina  brumosa  de niebla, con ríos, pájaros y vida, como esperanza, regándose por doquier. Ya no hay culpas, dolor, dudas, ni miedos, ni esa tormentosa soledad que hería mis sentidos.
Hay tantos misterios en esa delgada línea de la vida, que el corazón humano no alcanza a traspasar. Hay miedos, hay  dolores, porciones de cariños y ratos de felicidad que llegamos a sublimizar, cuando el alma en vuelo extraño se doblega ante la languidez voluptuosa de unos brazos.
He sentido muchas cosas en este corto recorrido que a mí se me antoja muy largo. Pero cada uno son preciosos  instantes de mi vida.
Cuando era una niña pequeña florecía bajo las caricias que recibía de mis seres queridos. De adulta he vuelto a florecer en cada caricia que recibo de mis hijos, de mi anciana madre, o cuando siento la posibilidad de encontrar felicidad en alguien con quien pueda volar.
Cuando me lleno de amargura, siento que se deshoja la margarita silvestre que solía deshojar cuando era niña, y que me hace desperdiciar los buenos ratos que atesoro, me consuelo en esta nueva soledad con los libros y la luna que permanece eterna, apartando de mí las sombras del pasado que se acercan, esas sombras que viajan entre los trigales, buscando siempre un alma desierta para hacerla presa fácil de su dominio.
Con la luna me siento protegida, es cómo si ella me diera fuerza para andar a voluntad, sonriendo siempre, con un nuevo afán de bravura, de esperanza, de vida, que me redescubre y me hace palpitar en todos los ámbitos de mi existencia. Con un buen libro vivo la aventura de penetrar en él y de conocer el pensamiento y la filosofía de otra alma similar a la mía. 
Soy nuevamente un alma feliz que fluye y contempla el mundo, con una nueva forma de mirar, donde  existen graciosos pájaros que siempre están volando a la región donde todo es posible, formando parte de esa naturaleza infinita, donde somos: aire, agua, flores, pensamientos, músculos, que tienen la capacidad de pensar, de soñar, de amar y de crear un mundo donde nos sintamos huéspedes  suficientemente dignos de ser amados.

(Para Veruzka, la eterna niña de mi corazón, 
la que hizo posible este tránsito hacia ese otro lado de mi existencia).



viernes, 8 de julio de 2016

A pesar de todo...Creo en mí.


Creo que hay más de una razón para no voltear la mirada, seguir caminando, acelerando el paso para evitar que me alcance la vergüenza de los errores cometidos y me den un bofetón en pleno rostro, reclamándome con justa razón mi estupidez. Quiero al término de mi apresurada y jadeante caminata, llegar sin ésta percepción distorsionada de mi mente y sin rencores hacia los demás. Sentir un cambio de mi misma, donde adquiera una nueva conciencia, donde tenga la habilidad recién nacida de elevarme por encima de mis pensamientos, y derivar una nueva identidad con sentido propio de lo que soy. Dejar muy atrás la manía de hacer planes descabellados que nunca se realizarán, y concretarme a organizar mis días, aprendiendo con honestidad a ser mejor de lo que soy,  porque la vida a pesar de lo que duele, sigue, no la puedo medir por las veces que respiro, ni por los momentos que me he quedado sin aliento por alguna decepción. Tengo que seguir aunque la cordura penda de un hilo, y me sienta cansada de todo. Este pensamiento fluye como un deseo de liberarme, de volverme adicta a la idea de una nueva realidad, donde la sensatez se anime en mi alma y me haga florecer como los cerezos de un bello jardín.

viernes, 3 de junio de 2016

viernes, 27 de mayo de 2016

El búho me observa.

Cada paso que doy, está el pequeño búho con su penetrante y amarillenta mirada observándome, preguntándome : ¿quién soy?, ¿qué deseo?, ¿cuál es el objetivo final de mi vida? ¿Sí sólo busco simplemente vivir o sólo necesito el alimento para seguir viviendo?. Yo le contesto que necesito alimentar mi alma, más que mis entrañas. Por eso me dedique a estudiar filosofía, para entender un poco todas esas sensaciones que se van acumulando cuando uno no entiende la vida. Siempre habrá temores en nosotros y errores que nos entristezcan; pero pienso que debemos esforzarnos un poco para transformar nuestra realidad; y con eso estoy segura que también contribuimos al bien común de toda la humanidad. Porque vamos a ser personas más tolerantes y más alegres, más fácil de comunicarnos con los demás. Existen y existirán personas que juegan con nuestra salud mental, que nos ridiculizan y nos maltratan, donde Dios está y no está, donde hay mucha ignorancia, necedad, pero son solo conceptos, y todo transcurre como si jamás hubiéramos existido, tal vez seamos simplemente "animales parlantes". Nuestro desconocimiento nos lleva a inventar, y reinventar todo, y por supuesto a quebrarnos y a cerrarnos en nosotros mismo, creyendo que estamos en lo correcto. Muchas veces nos sentimos impotentes porque los que nos gobiernan, se creen los amos de la tierra y hacen de nosotros unas dóciles mascotas, dispuestas a obedecer. Es aquí donde hago mi reflexión filosófica, porque en ella está el amor a la verdad, a la sabiduría, a un mundo más humanizado, sin tantos fines de  poder,  y donde nuestros actos no  se convierten en algo a lo cual se le asigna puro valor irreal. El que razona con filosofía establecerá un cambio de paradigma. Porque no pienso que sea loco alguien que ama la paz, el mundo, la naturaleza, le gusta sonreír, cantar, bailar y comportarse  a veces como un niño.

jueves, 26 de mayo de 2016

Es posible

Es posible abrazarme a ti, girar contigo en tus eternos recorridos, sentir tu pulso, tu risa y tus pesares. Comulgar contigo en cualquier espacio donde pueda encontrarme a gusto y vaya yo, llenando de bosques tus vacíos, para encontrar la paz que ambas necesitamos. Donde aspire  el aroma de las flores y pueda escuchar la susurrante poesía que me regala el viento y sienta  los acordes de la naturaleza en esa embriagante música que me envuelve y traslada más allá de tus fronteras. Es posible cerrar los ojos en ese silencio boscoso y encontrar el equilibrio para que mi mente fluya y tenga la quietud que mi existencia necesita. Dejando de buscar en el lejano éter la señal que me brinde consuelo, y de inventar acercamientos con la luna.  Mis oraciones  van hacia ti, que puedes escucharme, y no a un padre interestelar que está siempre ocupado. Es posible que pueda yo, oír el grito que desde afuera me envían tus hermanas, las estrellas: "Conócete a ti misma hija de la tierra, ella es tu verdadero Dios que te sostiene, a ella perteneces por entero, ella está en todo tu torrente de vida, porque estás formada de roca, agua, madera, fuego y de todo los componente que de ella has heredado. Eres parte de ese  universo en miniatura, y aunque puedas elevar tu pensamiento hasta galaxias infinitas, siempre estarás unida a ella, ahora que existes y cuando ya no seas".

martes, 24 de mayo de 2016

INTUICIÓN

La intuición, es un artificio dentro de nuestra mente, que nos permite desarrollar un proceso racional y que nos advierte de lo que es más adecuado para nosotros. Este proceso se da como una evolución en nuestro juicio lógico y nos permite procesar las dificultades y las ventajas de las situaciones. Esta es una dualidad a  la que estamos expuestos a diario, entre lo que dice el corazón y lo que dice la mente. Puede ser que todo esto contribuya a hacer la vida más interesante y nos transforme en dueños de nuestro propio destino al hacernos más conscientes, más precavidos de los caminos que tenemos que transitar.

sábado, 30 de abril de 2016

los azules presagios de Brunilde

Soy heredera del nombre de una valquiria. Brunilde, y al tener este nombre, siento analogía con  aquella otra  alma que vaga en busca de la presencia del amado. Siento los azules presagios de su  tristeza, y hasta el resplandor de las llamas donde permanece encarcelada cuando los dioses le impusieron el castigo. Ella busca en todas las lunas del pasado, del presente y del futuro lo que le fue negado. Quiere la libertad para marcharse lejos, hasta el confín de un nuevo mundo y salir del cerco que le ha sido impuesto como sentencia sin fin. Aún sus pensamientos recorren el bosque donde antes yacían rodeados de las hadas que los protegían y jugaban a su alrededor, ella y Sigfrido. El alma de Brunilde, se encuentra desolada y su corazón permanece aún latiendo con la esperanza de que a la luz de la luna aparezca su figura gallarda, en su corcel alado Grane, el más veloz de los corceles celestiales, atravesando el fuego que la consume y que ha hecho que su alma esté agotada.
Un gemido de desconcierto sale de mis labios al encontrarme con un Sigfrido convertido en un símbolo de una época del pasado. No hay esperanza de que a galope tendido recorran el camino que los lleve hasta los confines donde habitan las almas que buscan  una existencia nueva.

lunes, 18 de abril de 2016

imaginando para escribir.



En soledad, es donde puedo imaginar mundos espléndidos para hacerlos posible en mis escritos. Ellos llegan como música que acaricia  mis oídos en los momentos de éxtasis, donde mi espíritu se conecta unas veces con el cielo, como cuando por la mañana el sol entra por mi ventana y me regala un luminoso día. O por la noche cuando la luna aparece en su vapor de plata, junto a los puntitos rutilantes que a lo lejos se ven como piedras preciosas, que me muestran, que en la inmensidad del universo todos estamos conectados y sus destellos no son sino la forma de comunicar el idioma universal del amor.

En este otro mundo espléndido, también encuentro y puedo percibir el amor. Sin embargo cuando alguien mutila el derecho a existir de un árbol, de un animalito, o de otro ser indefenso, mi tristeza se une a la del rumor del viento cuando se cuela entre las hojas, al aliento de las flores en un intento sutil de reflexión y de razón. 
Y las aves que algunas veces me hacen compañía se alejan llevándose mis deseos de cosas que no existen, a un mundo donde puedan hacerlos posible para traérmelos como muestra de ese amor donde todos estamos conectados.
Cuando me sumerjo en las páginas de un libro, también encuentro ese paralelismo entre la materia y el espíritu, tratando de entender la filosofía de la vida, que luego se convierte en filosofía de mi imaginación y deja de ser un cuento, donde yo pretendo ser.

Es un misterio que mi alma se sumerja, en  extravagantes  ensoñaciones que permanecen  acurrucadas, esperando la soledad  para salir al encuentro de los mundos posibles que imagino, donde yo siento mucho, donde yo entiendo todo, donde sueño despierta y donde me asomo a lo que unas veces está a mi alcance y otras veces se escapa de mí.

lunes, 4 de abril de 2016

Los cuentos de tu abuelito.

Por el rumbo del recuerdo siempre viajan tus anécdotas, que con gracia y desparpajo cuentas muerto de risa. Me contaste que tu abuelo, según tus propias palabras era un gran pájaro bravo. (Literalmente heredaste su información genética, y fuiste después de décadas la esperanza de tu abuelo, ya que al evolucionar alargaste la vida  de aquel viejito tan pícaro).

Un día recuerdas con mucha risa, que tu abuelo te invitó para una casa prohibida donde tenía una novia que siempre veía a escondidas. Como la abuela estaba en guardia, él se las arreglaba para llevarte con él, y evitar la suspicacia de lo que iba a suceder. Te advirtió que lo que vieras no podías comentarlo, además podrías comer lo que a ti se te antojara. Al llegar tenían listo un suntuoso plato que te dejaba adormilado y con la boca cerrada. Mientras él con la muchacha, como por arte de magia se esfumaba.

La abuela que no era tonta, cuando llegaron a casa enseguida notó que algo extraño sucedía, porque el abuelo sin darse cuenta se había abrochado mal la camisa, el cuello lo traía alzado, la bragueta a medio cerrar y los cabellos revueltos. Ella llena de furor le tiró la cazuela donde guardaba el guiso que le tenía preparado. Y a él sólo le quedó volar rápido a la calle, hasta que el mal genio de la abuela se disipara. Mientras tanto los amigos al verle tan descompuesto, le gritaban: ¡Mira pájaro sinvergüenza, abróchate la camisa y arréglate la bragueta, para que no se te note!


sábado, 2 de abril de 2016

Sin Límites.

El amor es un estado de sublimación, donde se dan las más hermosas manifestaciones del sentimiento humano.
Él nos hace aptos para continuar en ese sentimiento ideal hacia el ser a quien o al cual le brindamos el privilegio de nuestro amor, aun si estamos alejados materialmente, porque sus diferentes formas y matices nos acercan espiritualmente. 
Poder comunicarlo con unas cuantas frases sin duda es la forma indicada para mantener ese contacto y esa comunión de pensamiento. Las palabras viajan con una rapidez vertiginosa a llevar y traernos un ¡te amo!, que estamos deseando escuchar desde lo más profundo del otro corazón... El mundo del amor no tiene límites.
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jueves, 17 de marzo de 2016

sábado, 12 de marzo de 2016

Mi luna.



Desde pequeñita me sentí atraída hacia esa lucesita que desde lo alto me servía de guía
Cuando comencé a andar con pasitos cortos por aquel sendero que tu iluminabas.
Tu magia y tu reflejo  llegaba hasta mí en los cocuyos que eran pedacitos de tu luz plateada. 
Desde siempre te convertiste en mi mejor amiga y llenaste de magia todos los lugares donde me encontraba.
Conoces tanto de mi, que cuando soñaba, en mis desvelos, en mis momentos de tristeza y de alegría, siempre te encontraba.
También has sido mi musa desde que comencé a escribir, y ahí he tenido ese encuentro contigo. Hace un tiempo te escribí un poema para agradecerte por estar conmigo.  Lo  llamé "Que Noche". ¿Recuerdas como se mecían los árboles  y el monte que tu  matizaste de bellos colores, y de un agreste paisaje lo convertiste en un lecho de rosas y hasta de música llenaste el lugar?.
¿Recuerdas también mi primera visita al misterioso mar?
Me vestiste de espuma y de amor y fuiste testigo del cambio sufrido de niña a mujer. 
Todas esas cosas las viví a tu lado. 
Siempre que te pienso, te encuentro. Por eso te busco, en el infinito éter cuando estoy cansada, cuando tengo frío y cuando necesito que rompas el hielo que atenaza el alma con con ese reflejo de tu luz plateada me has acompañado en todos los momentos míos.

jueves, 10 de marzo de 2016

Jorge Luis Borges

Mirar el río hecho de tiempo y agua 
y recordar que el tiempo es otro río, 
saber que nos perdemos como el río 
y que los rostros pasan como el agua. 
Sentir que la vigilia es otro sueño 

que sueña no soñar y que la muerte 
que teme nuestra carne es esa muerte 
de cada noche, que se llama sueño. 
Ver en el día o en el año un símbolo 

de los días del hombre y de sus años, 
convertir el ultraje de los años 
en una música, un rumor y un símbolo, 

ver en la muerte el sueño, en el ocaso 

un triste oro, tal es la poesía 
que es inmortal y pobre. La poesía 
vuelve como la aurora y el ocaso. 
A veces en las tardes una cara 

nos mira desde el fondo de un espejo; 
el arte debe ser como ese espejo 
que nos revela nuestra propia cara. 
Cuentan que Ulises, harto de prodigios, 

lloró de amor al divisar su Itaca 
verde y humilde. El arte es esa Itaca 
de verde eternidad, no de prodigios. 
También es como el río interminable 

que pasa y queda y es cristal de un mismo 
Heráclito inconstante, que es el mismo 
y es otro, como el río interminable.