martes, 23 de mayo de 2017

Mirando las flores.


Observo como florecen las orquídeas en la pequeña jardinera de la ventana, y pienso en el privilegio de este instante de disfrutar de su esplendor y su perfume e imagino las selvas tropicales donde también ellas lucen su belleza, exhalan su perfume sin que nadie lo note. Al poco tiempo cuelgan inertes, porque todo lo viviente está destinado a perecer y a descomponerse.
El amor y la belleza para mí son cosas similares, impregnan los sentidos y adormecen el alma. Luego de un tiempo se pudre como todo lo viviente. 

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