Emocionante encuentro con Spinoza
Con el concepto de un dios impersonal y el rechazo de la libertad de la voluntad, Baruch Spinoza tuvo mucha oposición y hostilidad de sus contemporáneos y obtuvo reconocimiento mucho tiempo después.
Sentí mucho interés al estudiarlo en el tercer semestre de filosofía en su"Tratado Etica demostrada, según el órden geométrico", y al llegar a Holanda tuve en mente visitar él museo Casa de Spinoza que se encuentra en Rijnsburg, Spinozalaan 29, cerca de Leiden, la cuna de otro de los grandes artistas de Holanda. Fue sencillamente una de las cosas más emocionantes que me han sucedido, entrar a la modesta casa, erguida en la tranquila zona residencial , fue como sentir su espíritu rondando por todas las habitaciones, su biblioteca, su estudio, su sitio de trabajo, donde pasaba largas horas tallando el cristal para los lentes. Luego cuando el guía del museo, un señor muy amable al explicarle que habiamos hecho un recorrido de dos horas para venir al museo y que yo era de Venezuela, me llevó a un cuartico donde guardaban el libro para firmar las visitas, y nos permitió tomar las fotos y pasar al jardín, cosa que no se le permite según el a los visitantes. Otro encuentro increíble esta vez con un uno de los mayores pensadores filosóficos de todos los tiempos...Si, porque Spinoza estaba ahí, observando mi interés y llenando mi espíritu con su pensamiento y su filosofía y acompañándome en su jardín.
Sentí mucho interés al estudiarlo en el tercer semestre de filosofía en su"Tratado Etica demostrada, según el órden geométrico", y al llegar a Holanda tuve en mente visitar él museo Casa de Spinoza que se encuentra en Rijnsburg, Spinozalaan 29, cerca de Leiden, la cuna de otro de los grandes artistas de Holanda. Fue sencillamente una de las cosas más emocionantes que me han sucedido, entrar a la modesta casa, erguida en la tranquila zona residencial , fue como sentir su espíritu rondando por todas las habitaciones, su biblioteca, su estudio, su sitio de trabajo, donde pasaba largas horas tallando el cristal para los lentes. Luego cuando el guía del museo, un señor muy amable al explicarle que habiamos hecho un recorrido de dos horas para venir al museo y que yo era de Venezuela, me llevó a un cuartico donde guardaban el libro para firmar las visitas, y nos permitió tomar las fotos y pasar al jardín, cosa que no se le permite según el a los visitantes. Otro encuentro increíble esta vez con un uno de los mayores pensadores filosóficos de todos los tiempos...Si, porque Spinoza estaba ahí, observando mi interés y llenando mi espíritu con su pensamiento y su filosofía y acompañándome en su jardín.
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