miércoles, 30 de diciembre de 2015

Pensamiento inoportuno


  Tengo necesidad de dejar estas  líneas plasmadas como pensamientos  para que no se sumerjan en la nada, ya que de  alguna forma son mis huellas.
Dejándome guiar por ese rumor interior que me inunda como una extraña sensación que permanece en mi, y que se asoma sigilosa, para hacerme viajar en la línea de un hilo invisible que se extiende a mi paso. 
En el camino un  apacible viento me envuelve, me desvía  y me lleva hasta la imagen difusa de un recuerdo inoportuno, que me sale al paso.
El hilo se rompe, se acorta, es como estar sujeta a una finalidad. Tengo que seguir y soltar el nudo que me ata, aunque este pensamiento seguirá ocultándose en mi interior, tratando de debilitarme.
Finalmente ocupo el lugar donde se mueve voluntariosa la quimera para mirar los espacios de sus dominios y llenarme de su fabula.

Entrar, salir, regresar, es siempre el inicio y el fin de este viaje donde siempre me encuentro, con la figura difusa de este pensamiento inoportuno.


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La fuente

Acaso no podemos volar en nuestros sueños?
Acaso no podemos tener una licencia poética y metafórica de esa libertad?
Acaso no podemos surcar el espacio sin límites como lo hacen las aves?
Acaso no tengo derecho de atrapar en ese vuelo lo que mi corazón y mi alma desean con intensidad?

jueves, 10 de diciembre de 2015

Emocionante encuentro con Spinoza


Con el concepto de un dios impersonal y el rechazo de la libertad de la voluntad, Baruch Spinoza tuvo mucha oposición y hostilidad de sus contemporáneos y obtuvo reconocimiento mucho tiempo después.

    Sentí mucho interés al estudiarlo en el tercer semestre de filosofía en su"Tratado Etica demostrada, según el órden geométrico", y al llegar a Holanda tuve en mente visitar él museo Casa de Spinoza que se encuentra en Rijnsburg, Spinozalaan 29, cerca de Leiden, la cuna de otro de los grandes artistas de Holanda.  Fue sencillamente una de las cosas más emocionantes que me han sucedido, entrar a la modesta casa, erguida en la tranquila zona residencial , fue como sentir su espíritu rondando por todas las habitaciones, su biblioteca, su estudio, su sitio de trabajo, donde pasaba largas horas tallando el cristal para los lentes. Luego cuando el guía del museo, un señor muy amable al explicarle que habiamos hecho un recorrido de dos horas para venir al museo y que yo era de Venezuela, me llevó a  un cuartico donde guardaban  el libro para firmar las visitas,   y nos permitió tomar las fotos y pasar al jardín, cosa que no se le permite según el a los visitantes. Otro encuentro increíble esta vez con un uno de los mayores pensadores filosóficos de todos los tiempos...Si, porque Spinoza estaba ahí, observando mi interés y llenando mi espíritu  con su pensamiento y su filosofía y acompañándome en su jardín.

                                                                               

SPINOZA : SOBRE LA SERVIDUMBRE HUMANA


Después de haber hablado, en las tres primeras partes de su libro Ética ,sobre Dios, el alma/cuerpo y los afectos, en la cuarta parte trata sobre la servidumbre humana o fuerza de los afectos. Si afirma que la fuerza de los afectos crea servidumbre, es porque considera que las pasiones nos encadenan. Las afecciones son modificaciones del cuerpo, provocadas por causas externas y que se corresponden con ideas inadecuadas.Las pasiones nos hacen dependientes.

Para Spinoza la libertad es el poder hacer lo que queremos y lo que queremos es lo que necesitamos, lo que responde al conatus, a la perseveración y potenciación de lo que somos. De todas maneras, la libertad será el tema de una última parte del libro, no de la que hablamos. La servidumbre, y en esto también coincide con Nietzsche, es impotencia. Ambos consideran que la teoría del libre albedrío es una ficción. La diferencia entre un hombre libre y otro que no lo es, es que el primero está autodeterminado y el segundo está determinado por lo externo. Es decir, que de lo que se trata es de saber si se está determinado interiormente, lo cual te lleva a la acción, o si está determinado por los otros, lo cual te lleva a la reacción. Pero si para Nietzsche es desde el instinto, para Spinoza lo es desde la razón.¿ Qué quiere decir guiarse por la razón ? No es una cuestión de cálculo, también sino de la intuición y de la capacidad de distanciarnos de nuestros afectos, de verlos desde afuera.

El bien y el mal, la belleza y la fealdad, las causas finales y el libre albedrío son ficciones, no existen más allá de nuestra imaginación. Pertenecen al primer grado de conocimiento, que es el que nos conduce al error. Son modelos imaginarios a los que queremos adaptar los procesos reales. Pero la realidad es perfecta, justamente porque es real. Un niño que se muere de hambre es perfecto porque es real. Pero es malo para él, para los que lo quieren y para todos los humanos. Porque es inútil, es triste, es doloroso. Es una valoración relativa a nuestra condición humana. Lo bueno y lo malo se establecen por criterios de utilidad, utilidad para potenciar lo que cada uno es, su alegría, su vitalidad. Tejemos la realidad con nuestras acciones y en la medida que las tejemos forman parte de lo real. No hay nada posible más allá de lo real. A diferencia de leibnitz, que decía que vivimos en el mejor de los mundos posibles, para Spinoza vivimos en el único mundo posible

El hombre forma parte de la Naturaleza, es decir de Dios o la Substancia Única, y es, por tanto, una parte de la Totalidad de todas las cosas finitas. Cada cuerpo actúa sobre múltiples cuerpos y estos actúan sobre él. En este sentido, el hombre está siempre sujeto a las pasiones, que son ideas inadecuadas. De lo que se trata es de la posición que tiene con respecto a ellas, si es capaz de distanciarse o está encadenado a ellas. Cuando uno se distancia de la pasión, la idea inadecuada que la sostiene se va transformando en adecuada. La pasión irracional se transforma en deseo racional. Seguir el deseo, cuando es racional, es lo mismo que actuar bien, de manera virtuosa, y de potenciar la alegría. Aquí vemos claramente la base de la afirmación de Deleuze cuando dice que Spinoza plantea una ética y no una moral. Lo cual lo hace nuevamente afín a Nietzsche, aunque las consecuencias de cara a los otros sean diferentes. Diferentes porque la ética de Spinoza conduce al amor, a la armonía con el otro, y la de Nietzsche a la confrontación. Porque si seguimos las ideas adecuadas estas nos conducirán a la alegría y al amor. Al igual que Nietzsche, Spinoza rechaza los sentimientos morales : la culpa, la indignación y la compasión.

Resulta enigmático el sentido de la afirmación que conducirá justamente a Nietzsche a expresar su 
rechazo a la filosofía de Spinoza ( la actitud es ambivalente porque en su correspondencia había manifestado sus afinidades con el filósofo holandés). Esta afirmación es la que dice que el supremo bien del alma es el conocimiento intelectual de Dios y que la suprema virtud es la de conocer a Dios. ¿ A qué se refiere Spinoza ? Entiendo que el conocimiento de Dios es llegar al tercer grado de conocimiento, que no es otra cosa, como bien plantea Felipe Martinez Marzoa, que la superación entre sujeto y obejo. Ya no se trataría de ideas adecuadas sino la visión del Ser. Visión que es presencia. Hay algo de relación con la aletheia ( verdad como desvelamiento) de Heráclito o Parménides. O la propia intuición de la Idea de Bien, en Platón. O incluso contradicciones como el hinduismo, el taoismo o el budismo.

La alegría es siempre buena, y la tristeza y el odio son siempre malos. El amor y el deseo puede ser malos cuando tienen un carácter excesivo, irracional.Pero el placer puede ser malo y el dolor bueno porque, a diferencia de los anteriores, que son estados globales del cuerpo estos últimos tienen un carácter parcial. El placer puede generar tristeza y el dolor alegría. El deseo irracional, excesivo, no solo nos esclaviza sino que puede llevar al delirio ( como en la avaricia y en la vanidad ), al igual que el amor ( como en el enamoramiento). El deseo de reconocimiento y la autoestima como amor a uno mismo, si no son excesivos ( como en la vanidad o la soberbia) son buenos. El hombre libre piensa en la vida y no en la muerte, dice Spinoza siguiendo a Epicuro. El filósofo francés Pierre Hadot veía en Spinoza una forma alegre de estocismo, inlfuenciada precisamente por el epicureismo.

El hombre libre vive en sociedad, y sabe que es mayor la libertad que se autolimita por las leyes en las que ha colaborado ( defensa del Estado de Derecho y la democracia), que no la libertad natural fuera de la sociedad. Los humanos hemos de ser solidarios entre nosotros y reconocernos como sujetos de derechos. Pero Spinoza dice claramente que n los animales no tienen derechos porque no forman parte de nuestro mundo y no les debemos ninguna solidaridad.

Escrito por Luis Roca Jusmet