Empiezo a descortinar el tiempo, hasta permitirme llegar a la lejana niñez, donde sólo habitaban la inocencia, unida a la curiosidad como mis eternas compañeras...
En esos momentos de la existencia mía, donde mis pensamientos, no buscaban excusas, obsesiones, ni razones...Aquí en mi mundo bonito, donde la presencia de mi madre y mi abuela bastaban para sentir la seguridad y el amor que necesitaba.
Era dulce la presencia de mi abuela, llenaba todo mi entorno, la veía trajinar en sus quehaceres cotidianos y en su manera de proporcionarme todo lo que necesitaba ...La evoco en este instante, con claro sentir, siento la belleza de la naturaleza que se extendía cómo una sábana pintada de colores, la que me brindaba todo para sentirme a gusto y feliz con mi alma de niña y nutrida de tanta belleza.
Por un instante me quedo ensimismada y surgen de inmediato imágenes, voces, pasos, olores, sabores, que me son tan familiares...Observo una figurita de pasitos rápidos, con largas trenzas, tímida pero segura y feliz. En este instante corre para atrapar a una mariposa y su voz es tenue, su expresión dulce...La reconozco. ¡Soy Yo!.
Poco a poco van apareciendo ante mi muchas personas queridas, se detienen, sonríen y me abrazan con cariño. Luego en este recorrido de mi mente por mis recuerdos, aparece otro paisaje, el de un cementerio donde resalta una tumba gris debajo de un gran árbol, llevo flores y las coloco y siento una gran ternura por ese lugar. Ahí reposa mi abuelo, recuerdo la historia de amor que me relataba mi abuela en cada ocasión que íbamos a el lugar...Solía decirme siempre: "Aquí quiero descansar a su lado"...Mucho tiempo después se hizo realidad su deseo, yo misma lo cumplí...Espero que sus almas estén juntas donde quiera que se encuentren, si es posible la finalidad de la inmortalidad.
Ahora recorro con mi vista, todos los parajes de este sitio exuberante de belleza natural, Siempre pensé que era un regalo que la madre naturaleza dio a esa parte del mundo, donde el río de aguas transparente, los cafetales con sus flores regando sus perfumes por doquier, la sencilla casita repleta de flores, amor y calor, donde todas esas maravillas nos hace personas muy particulares, con un profundo amor y admiración a todos los paisajes que nos rodean...En este instante todas estas visiones pasan por mi mente y hacen que mi espíritu se eleve hasta esos horizontes de oro. Me embarga un sentimiento de amor profundo, que hace que mi mente se mantenga conectada a la contemplación del lugar maravilloso donde nací, donde me sentí feliz y donde formaba parte en ese espacio armónico que quedó retratado en mi alma.
Paso mucho rato en esa comunicación entre mi alma y los recuerdos, hasta que poco a poco todo empieza a alejarse de mi...Hago un último esfuerzo por mantener mi mente en contacto con estas visiones, pero todo se va alejando de una manera imprecisa, como si una nube gris se llevara mis recuerdos, me despido triste de lo que conformaba esta alegoría de belleza que por unos instantes me envolvió...
¡Adios abuelitos!
¡Adios Cementerio!
¡Adios tíos de la casita hermosa!
¡Adios días maravillosos de mi infancia!
De nuevo a la realidad, me doy cuenta que son sólo recuerdos que han estado jugando con mi mente...emprendo el regreso por el empinado camino del Ávila, contenta de tener el privilegio de reunirme con la fantasía a abrir esa ventana hacia los lugares donde quisiera permanecer...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario