El muerto vivo

Era yo una niña como de unos 6 años, estudiaba primer grado

y junto a mis primitos, hacíamos diariamente un recorrido a pie de unos 3 Kilómetros, desde el caserío donde vivíamos, hasta  donde se encontraba la escuelita rural única en todo el sector. (El Gavilán-Culantrillar- Estado Monagas)

El camino era pedregoso e irregular y con una gran pendiente salíamos tempranito en la mañana para llegar a tiempo a clases.

Al llegar a la mitad del sendero desembocábamos en un cementerio

abandonado, lleno de matorrales y fosas destruidas por el tiempo.

En una de esas fosas  una vez al pasar temerosos cerca de ella, observamos aterrados como se asomaba una figura envuelta en una tela blanca, que nos llamaba con voz quejumbrosa, para que nos acercáramos.

La carrera que pegamos fue como la de los caballos del Hipódromo.

Sin embargo como yo era la más pequeña me quedé rezagada y

la figura envuelta en la tela logró darme alcance

Con los ojos desorbitados por el pánico y tirada en el suelo, pues

me había tropezado con una piedra quedé muda y aterrada esperando lo peor…

El supuesto muerto vivo, de pie ante mí me miró un rato y creo que se apiadó de mí y se alejó profiriendo alaridos. Como pude me levanté del suelo en muy mal estado y llegué a la escuelita con las rodillas rotas y sin libros, ya que los había dejado al caer. Los otros niños habían contado lo ocurrido y decidieron averiguar lo que pasaba.

Al otro día a la misma hora pero en compañía de mi abuela y de otras personas mayores hicimos el recorrido nuevamente. Ellos se escondieron para ver si algo sucedía. y nos dejaron adelantar un poco al llegar al cementerio.

Nuevamente apareció la figura blanca de la fosa. Y todas las personas que nos acompañaban armadas de machetes y palos, le cayeron encima al muerto…Quien era un vecino del lugar, que se divertía asustando a los que pasaban por el cementerio que era un paso obligado para llegar al caserío donde estaba la escuelita.

Le dieron tanto palo y lo dejaron medio muerto dentro de la fosa…Nunca más se le ocurrió volver a aparecer…

(Vivencias de mi niñez).

Bruni.

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