Un
visitante fantasmal parece flotar sobre las aulas, los árboles y sobre el bullicioso ambiente de la UCV, convirtiendo todo en bruñida oscuridad, y en una tensa calma. sólo aparecen algunos plateados destellos que apuntan entre el follaje, son el canto de las coloridas guacamayas, que nunca desaparecen, dándole un poco de vida y alejando la tristeza, llevando en sus estridentes cantos una esperanza y un pregonar: que todo está por llegar!
Es cómo si una araña, tejiera una enorme tela empapada de humedad y atrapara la riqueza de nuestra universidad, haciéndola espléndidamente muda. No debemos olvidar que estos sucesos son propósitos preestablecidos por maquinarias que apuntan hacia lo más sagrado del ser humano: el pensamiento libre y la investigación. Siempre están listos para apagar la luz de nuestro universo. Debemos tener presente el decreto de la luz que vence la sombra y dejar este silencio tan intenso y comprimido, no vacilar y saltar las inaudibles órdenes que nos hacen detener... las hermosas guacamayas siguen pregonando sin querer abandonar que todo está por llegar!