sábado, 18 de octubre de 2014

Desde mi perspectiva...

Siento que estoy aprovechado al máximo cada uno de los rincones y momentos que me ofrece la Universidad... Todo Se me ha hecho mucho más normal, al encontrar personas que tiene las mismas aspiraciones que yo, y descubrir ese oasis de frescura que tengo que recorrer a diario en las mañana, esos espacios llenos de tantos sueños, encaminados a un mismo punto de encuentro, encontrar la luz y dejar la oscuridad...en este lugar  se encuentra ese equilibrio que me hacía falta...
Me gusta aprovechar estos momentos, pienso que son unos de los mejores que me ha regalado el universo, dentro de este otro universo de la filosofía, donde he encontrado  lo que  me gusta:  escuchar e imbuirme de tan interesantes temas,  poco a poco se ha ido  impregnando con su espíritu mí alma…
Por eso, puedo afirmar ahora que la Universidad se ha convertido en mi segunda casa… Siento que estoy aumentando poco a poco, centímetros de altura (Sobre todo el ego ucevista que nos identifica).  Todos los días puedo captar algo nuevo, por eso tengo mis cinco sentidos en todo este proyecto...Aprehendiendo el conocimiento de los profesores como de mis propios compañeros, porque nunca se sabe cuánto puede aportarnos la gente que nos acompaña cada día.

Tenemos la suerte de contar con una facultad que nos brinda todos los servicios disponibles para que podamos exprimir al máximo unas tareas tan interesantes y aprender a vivir dentro de la Universidad y que esta se convierta en algo más que el sitio al que uno va cada mañana o cada tarde a cursar unas asignaturas.

 Siento que  me voy alejando de todas las  sensaciones que antes me hacían suponer que eran difíciles de superar, me voy dando cuenta que las decisiones sí son importantes y que las consecuencias de las mismas no son irreversibles...


He encontrado afinidad con todo lo que conforma la Universidad. Es como una segunda casa, donde se empieza a reflexionar y a encontrarse cada día con un ser humano diferente y valioso...uno mismo... 

domingo, 12 de octubre de 2014

La escritura no demuestra nada.

Cuántas veces  quise darle sentido a mis sentimientos, con escritos que más bien buscaban ser cómplices en silencio de mis ausencias y mis carencias.
Cuántas esperanzas para hacer un  libro de poemas. Que se pudiera leer al menos por una sola persona, que entendiera  sus sonidos  y sus ecos...Sonidos  de mis estados  de ánimos, un invento, una metáfora que tomara cuerpo en las palabras
que navegaban en la imaginación o en la realidad, que me acompañaban siempre formando imágenes, sueños y desafíos ...
Ese libro  sólo quedó para anunciar un encuentro con un tiempo  que nunca se dio y nunca volverá
Por eso no volveré a repetir ese tipo de escritura referido con temas desproporcionados.

Remitiéndome a un filósofo antiguo

"La escritura en el amor no demuestra nada"...
 



 .