Escribir no sirve de mucho…No se resuelve nada con hacerlo…
Sólo consigo que mis desconcertados dedos traten de describir mis inútiles congojas… dejándolas plasmadas en el papel… como una traicionera obligación y una manera de pasar mis horas masoquistas…
y los oscuros pensamientos, goteen ante mis ojos, mientras tus horas no encuentro, se escapan, me excluyen…Están separadas definitivamente de las mías y sólo logran que mi malograda frontera de imaginación, agonice ante lo que no puedo traspasar...
Haciendo más angustiosas y desesperadas mis horas masoquistas.
Las de ayer me hicieron andar por tus caminos….
Las de hoy te convirtieron en ajeno….
¿Las de mañana?
¡Tal vez vuelvan a hacer un paréntesis… a mis horas masoquistas!
(Dedicada a una avecilla Negra)
